- ¿Y por qué no lo haces?
- Porque... ¿me responderías al beso?
- No, aún no estoy lo suficientemente borracha para cometer locuras...
- No hace falta estar bebido para hacer locuras, preciosa.
- Lo sé, ¡qué suerte que ya esté loca de fábrica!
Y sí, queridos amigos, se besaron como nunca antes unos dos enamorados lo habían hecho, ¿o puede que sí? En cualquier caso, fue un beso único e inigualable, como todos, ¿no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario